jueves, 3 de enero de 2013


gúrov había sido cordial y amistoso, pero, de todos modos, en su trato con ella, en el tono y en sus caricias se deslizaba, como una sombra, una leve burla, la suficiencia algo burda de un hombre feliz... 
anton chéjov. de la dama del perrito, 1899