jueves, 26 de septiembre de 2013

sobre los grados del "moverse"

el hombre se mueve con eficacia sin ayuda de ningún implemento. caminando hace su sendero. la locomoción de cada gramo de su propio cuerpo o de su carga, sobre cada kilómetro recorrido en diez minutos, le consume 0,75 calorías. comparándolo a una máquina termodinámica, el hombre es más rentable que cualquier vehículo motorizado, que consume por lo menos 4 veces más calorías en el mismo trayecto. además es más eficiente que todos los animales de un peso comparable. el tiburón o el perro le ganan, pero sólo en poco. con este índice de eficiencia de menos de una caloría por gramo, históricamente organizó su sistema de circulación, prevalentemente basado en el tránsito*. exploró el mundo, creó culturas, sostuvo comercios y, por cuanto podamos saber, no gastó más que el 3,5 por ciento del tiempo social en moverse fuera de su hogar o de su campamento. sólo algunos pueblos, en raros momentos de su historia, probablemente consagraron más de este porcentaje del tiempo común en moverse o en ocuparse con sus vehículos y motores animales, por ejemplo los mongoles en sus guerras.
hace un siglo el hombre inventó una máquina que lo dotó de eficiencia aún mayor: la bicicleta. se trataba de una invención novedosa, a base de materiales nuevos, impensados en tiempos del joven marx y combinados en una tecnología ingeniosa.
el uso de la bicicleta hace posible que el movimiento del cuerpo humano franquee una última barrera. le permite aprovechar la energía metabólica disponible y acelerar la locomoción a su límite teórico. en terreno plano, el ciclista es tres o cuatro veces más veloz que el peatón, gastando en total cinco veces menos calorías por kilómetro que éste. el transporte de un gramo de su cuerpo sobre esta distancia no le consume más que 0,15 calorías. con la bicicleta, el hombre rebasa el rendimiento posible de cualquier máquina y de cualquier animal evolucionado.
además, la bicicleta no ocupa mucho espacio. para que 40 000 personas puedan cruzar un puente en una hora moviéndose a 25 km por hora, se necesita que éste tenga 138 m de anchura si viajan en coche, 38 m si viajan en autobús y 20 m si van a pie; en cambio, si van en bicicleta, el puente no necesita más de 10 m de anchura. únicamente un sistema hipermoderno de trenes rápidos, a 100 km por hora y sucediéndose a intervalos de 30 segundos podría pasar esta cantidad de gente por un puente semejante en el mismo tiempo.
no sólo en movimiento, también estacionado hay una diferencia enorme entre el espacio que ocupa el vehículo potencialmente rápido y la bicicleta. donde se estaciona un coche caben 18 bicicletas. para salir del estacionamiento de un estadio, 10 000 personas en bicicleta necesitan una tercera parte del tiempo que necesita el mismo número que abordan autobuses.
dotado de bicicleta, el hombre puede cubrir una distancia anual superior, dedicándole en total menos tiempo y exigiendo menos espacio para hacerlo y muy poca inversión de energía física que no es parte de su propio ciclo vital.
además las bicicletas cuestan poco. con una fracción de las horas de trabajo que exige al gringo la compra de su coche, el chino, ganando un salario mucho menor, compra su bicicleta, que le dura toda la vida, mientras que el coche, cuanto más barato, más pronto hay que reponerlo. eso mismo se puede decir respecto a las carreteras. para que un mayor número de ciudadanos puedan llegar hasta sus casas en coche, se corroe más el territorio nacional. inevitablemente el coche está ligado a la carretera, no así la bicicleta. donde no puede ir montado en ella, el ciclista la empuja. el radio diario de trayectos aumenta para todos por igual sin que por esto disminuya para el ciclista la intensidad de acceso. el hombre con bicicleta se convierte en dueño de sus propios movimientos, sin estorbar al vecino. si hay quien pretenda que en materia de circulación es posible lograr algo mejor, es ahora cuando debe probarlo.
la bicicleta es un invento de la misma generación que creó el vehículo a motor, pero las dos invenciones son símbolos de adelantos hechos en direcciones opuestas por el hombre moderno. la bicicleta permite a cada uno controlar el empleo de su propia energía; el vehículo a motor inevitablemente hace de los usuarios rivales entre sí por la energía, el espacio y el tiempo. en vietnam, un ejército hiperindustrializado no ha podido derrotar a un pueblo que se desplaza a la velocidad de la bicicleta. esto debería hacernos meditar: tal vez la segunda forma del empleo de la técnica sea superior a la primera. naturalmente, queda por ver si los vietnamitas del norte están dispuestos a permanecer dentro de esos límites de velocidad que son los únicos susceptibles de respetar los valores mismos que hicieron posible su victoria. hasta el momento presente los bombarderos americanos les han privado de gasolina, de motores, de carreteras y los han obligado a emplear una técnica también moderna, mucho más eficaz, equitativa y autónoma que la que marx hubiese podido imaginar. queda por ver si ahora, en nombre de marx, no se lanzan a una industrialización, cuantitativamente tan superior a lo que marx pudo prever, que sea imposible la aplicación de los ideales que él formuló.

*: "llamo tránsito a los movimientos que se hacen con energía muscular del hombre, y transporte a aquellos que recurren a motores mecánicos para trasladar hombres y cosas. por circulación designo todo desplazamiento de personas."

ivan illich, de energía y equidad (1975)

jueves, 19 de septiembre de 2013