jueves, 16 de septiembre de 2010

Cuento I

Ella tenía cara de pájaro.
El tenía cara de pájaro.
Ella estaba sentada en un banco de una plaza. Tejía un pulóver.
El se sentó a su lado a leer un diario.
Era otoño. Caían las hojas de los árboles. El viento...
Un niño que hacía los deberes le preguntó a la madre: -Mamá,viento, ¿con qué se escribe, con V de vaca o con B de burro?
-Con V de vaca -respondió la madre.
El niño escribió en el cuaderno viento con V de vaca.
Ella y El
los dos con cara de pájaro
se miraron.
En la esquina un vigilante con guantes blancos dirigía el tráfico.
El vigilante era un hombre alto y serio, de grandes espaldas y bigotes.
Todos los años, en otoño, pintaba su casa. Cuando estaba arriba de la escalera parecía más bajo. Era otro hombre. Silbaba y cantaba.
El cerró el diario y le dijo a Ella:
-Quiero leerle las rayas de las plumas -y preguntó:
-¿Cree en el amor a primera vista?
Ella le dio un ala y respondió:
-Sí, creo. Pero no leo los diarios porque todos los días traen las mismas noticias, siempre los mismos crímenes, siempre se alquilan o se venden casas. Soy profesora de Corte y Confección y tejo.
-Soy panadero -dijo El.
Y se besaron pico con pico
y volaron.
Estaban en el aire besándose y el diario dando vueltas las hojas en el suelo junto con unas agujas de tejer y un ovillo.
¡Pin! ¡Pun! ¡Pan!
Eran los asaltantes de un Banco que huían.
Un tiro le pegó en la frente al vigilante de guantes blancos que dirigía el tráfico. Al morir se acordó de que no había terminado de pintar el techo de su casa.
Ella y El volaban.
Los asaltantes iban en un automóvil.
Ella y El se posaron en la copa de un árbol. Hicieron un nido.
El la abrazaba con las alas.
Ella empolló seis huevos.
Ella y El
fueron más felices que las perdices y las codornices y los tapices y los alcoholices y los matices y los utilices y los teorices y los vaporices volatices.

Javier Villafañe

1 comentario:

Marianita dijo...

harmosas imagenes pajariles pajarolas voladoras boladoras ventiscas