you shall above all things be glad and young
for if you're young,whatever life you wear
it will become you;and if you are glad
whatever's living will yourself become.
girlboys may nothing more than boygirls need:
i can entirely her only love
whose any mystery makes every man's
flesh put space on;and his mind take off time
that you should ever think,may god forbid
and (in his mercy) your true lover spare:
for that way knowledge lies,the foetal grave
called progress,and negation's dead undoom.
i'd rather learn from one bird how to sing
than teach ten thousand stars how not to dance
ee cummings
miércoles, 28 de septiembre de 2011
viernes, 23 de septiembre de 2011
martes, 13 de septiembre de 2011
martes, 6 de septiembre de 2011
de hecho, somos educados en la creencia de que nada es real más allá de lo que percibimos directamente a través de nuestros sentidos ordinarios.
pese a este rechazo general y casi absoluto de su existencia, aún vislumbramos a veces, de forma efímera, la verdadera naturaleza del espíritu. estos vislumbres pueden ser inspirados por una obra musical que nos conmueve, por la alegría serena que nos sobreviene por momentos en la naturaleza, o también en las circunstancias cotidianas más ordinarias. pueden presentarse ante el espectáculo dulce de la caída de la nieve, del sol elevándose tras una montaña, o del juego misteriosamente cautivante de un rayo de sol que se filtra al interior de un cuarto. tales momentos de gracia, paz y beatitud nos ocurren a todos y, de un modo extraño, permanecen en nosotros.
creo que a veces alcanzamos una comprensión parcial de estos vislumbres; pero la cultura moderna no nos proporciona texto ni estructura alguna que pudiera ayudarnos a penetrar su sentido. peor aún: no somos estimulados para examinarlos en profundidad y a descubrir su fuente, sino que -de forma explícita tanto como implícita- somos inducidos a expulsarlos de nuestra mente. sabemos que nadie nos tomará en serio si pretendemos compartir estas experiencias; de modo que decidimos ignorarlas. sin embargo, si tan sólo las comprendiéramos podrían revelarse como las más significativas de nuestras vidas. esta ignorancia y esta represión de nuestra identidad verdadera representa quizás el aspecto más sombrío e inquietante de nuestra civilización moderna.
pese a este rechazo general y casi absoluto de su existencia, aún vislumbramos a veces, de forma efímera, la verdadera naturaleza del espíritu. estos vislumbres pueden ser inspirados por una obra musical que nos conmueve, por la alegría serena que nos sobreviene por momentos en la naturaleza, o también en las circunstancias cotidianas más ordinarias. pueden presentarse ante el espectáculo dulce de la caída de la nieve, del sol elevándose tras una montaña, o del juego misteriosamente cautivante de un rayo de sol que se filtra al interior de un cuarto. tales momentos de gracia, paz y beatitud nos ocurren a todos y, de un modo extraño, permanecen en nosotros.
creo que a veces alcanzamos una comprensión parcial de estos vislumbres; pero la cultura moderna no nos proporciona texto ni estructura alguna que pudiera ayudarnos a penetrar su sentido. peor aún: no somos estimulados para examinarlos en profundidad y a descubrir su fuente, sino que -de forma explícita tanto como implícita- somos inducidos a expulsarlos de nuestra mente. sabemos que nadie nos tomará en serio si pretendemos compartir estas experiencias; de modo que decidimos ignorarlas. sin embargo, si tan sólo las comprendiéramos podrían revelarse como las más significativas de nuestras vidas. esta ignorancia y esta represión de nuestra identidad verdadera representa quizás el aspecto más sombrío e inquietante de nuestra civilización moderna.
sogyal rimpoche.
del libro tibetano de la vida y la muerte, 1992
del libro tibetano de la vida y la muerte, 1992
domingo, 4 de septiembre de 2011
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